Crónicas de un viaje - Parte II

La noche en la que llegamos no dejamos volar demasiado nuestra imaginación probablemente debido al cansancio, así que luego de cenar nos encerramos en la cocina - bueno, no literalmente - a terminar de consumir las horas que quedaban del día viendo videos en YouTube. Charlieissocoollike en su mayoría.
La mañana siguiente transcurrió sin pena ni gloria. Recorrimos el lugar y llegamos a la conclusión de que parecía un pueblo fantasma por la ausencia de gente en las calles; sólo había dos rosarinas que caminaban con una perrita blanca en brazos, criticando y debatiendo sobre los estilos de cada casa que cruzaban.
Almorzamos unos sandwiches y luego se sumaron los varones (el hermano de Sofi, y su amigo), que hasta ese entonces dormían. La conversación fue desde las materias de la secundaria hasta las cargadas a lustrapisos - aparentemente el apodo de la perrita, que al ser tan minúscula parecía un trapo de pisos (Pepita no sabe nada de esto; si llegaba a escuchar el apodo por alguna casualidad, debíamos argumentar que se debía al pelo largo de la mascota, que no hacía más que barrer el piso, aunque obviamente esa no era la verdadera razón del sobrenombre). Pero pronto atardecía, y lustrapisos ya había pasado por todas las circunstancias posibles (arriba, abajo de la mesa, en brazos, en el aire, cerca del techo) que a esta altura le habían quitado su gracia original. Sin embargo, nos encontrábamos en una cocina al estilo americana, totalmente blanca, con ventanas y ventanales por doquier, y con una nueva iluminación que acarreaba el anochecer... De pronto, supimos que estábamos en una casa que era I-DE-AL para servir como set de filmación de una película de terror. Teníamos una cámara, toda la casa para nosotros solos, y sólo faltaba un guión. No tardó en esbozarse un borrador de lo que luego sería la trama del film, y que más tarde iría mutando durante la grabación. Luego de un par de tomas fallidas, de bloopers y de inconvenientes en el set, comenzó la filmación propiamente dicha, que - con algo de suerte - podrán luego deleitar sus ojos (?) cuando sea subida a YouTube. Pero ya era tarde, de madrugada, había que hacer una escena fuera de la casa, sin hacer el más mínimo ruido al salir, y encima helaba. Así que decidimos que era mejor seguir la noche siguiente, y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente volvimos a pasear por el barrio con Sofi, ahora con cámara y lustrapisos en mano, y al volver nos encontramos con la grata sorpresa de que el living estaba totalmente dado vuelta. Los almohadones en el piso, a modo de torre, y el hermanito más pequeño de mi amiga encima, cual rey del castillo. Debajo de la torre, los otros dos varones. Como Pepito y Pepita aún no llegarían, no ordenaríamos de inmediato. En vez de eso, se organizó una especie de salto sobre los almohadones que yo misma documenté con la cámara. Luego, sí, no tuvimos otra opción más que ordenar y dejar todo como si ni el más mínimo viento hubiese visitado el lugar. Todos fueron a dormirse - o mejor dicho, se quedaron dormidos sobre los sillones después de semejante tarea -, pero el hermanito de Sofi seguía tan despierto como siempre y subió a jugar a la Wii. Jugamos al Mario Cart (soy un desastre; choqué contra todos los obstáculos habidos y por haber), y cuando íbamos a colocar el CD de fútbol, nos quedamos sin pilas. Así que, ¿qué mejor idea que reemplazar el plan por un partidito de fútbol en la vida real? No estuvo mal, pero teniendo en cuenta que hace aproximadamente dos años que no piso un gimnasio o un estudio de danza Jazz, la
derrota de 3-0 podría haber sido peor. Digo, al menos no me golearon tanto como en Argentina-Alemania, ¿no?
El resto se despertó como por arte de magia a la hora de la merienda (el reloj biológico anunciaba ¡Hora de comer! tras haber salteado el almuerzo), lustrapisos volvió a ser el punto de burla (terminó por morderme la pierna al enloquecerse con los ladridos de Sofi) y pasamos el resto de la tarde en la plaza del lugar. Había mosquitos y estaba haciendo muchísimo frío así que volvimos a la casa a prepararnos para ir a cenar.
Mientras esperábamos la hora de salir, Sofi se cantó un amplio repertorio y la cocina se transformó en el escenario de una comedia musical (como verán, la cocina es multifacética). Finalmente fuimos a un colegio bastante atractivo, que tranquilamente podría haber servido de set para nuestra película, a ver un partido de fútbol, pero a las mujeres - es decir, a Pepita, a Sofi y a mí - nos ganó el hambre, y cenamos unas buenas hamburguesas cerca del Shopping del Solar.Volvimos a la casa con la panza llena y con mucho sueño pero había que terminar la película, definitivamente. No excuses. Pero a pesar de filmar en el primer piso un par de escenas, no pudimos evitar hacer ruido, tumbar adornos y demás, y Pepito finalmente salió de su habitación para llamarnos la atención.
Pero no había excusas, queridos míos. Faltaban sólo algunas escenas, y no podíamos darnos el lujo de dormirnos en los laureles que aún no habíamos conseguido. Así que surgió un PLAN B: Nos encerraríamos en una de las habitaciones hasta que pasara un buen período de tiempo y hasta que el niño de la casa lograra dormirse, y recién entonces saldríamos. No fue fácil hacer tiempo y silencio. Tomamos un par de libros para concentrarnos en otra cosa, pero la escena era muy cómica y la carcajada, muy fácil: Cuatro adolescentes leyendo a Goethe y a Joyce a las cuatro de la mañana, esperando que el hada de los sueños hiciera su trabajo sobre el infante de cinco años.
Pero créanlo o no, todo salió de maravillas. Sólo quedaba que Sofi y el amigo de su hermano salieran de la casa para filmarlos desde adentro. Lustrapisos no tuvo mejor idea que hacer un escándalo contra la puerta al escucharlos pasar, pero aún así, nadie se despertó. Grabamos dos o tres escenas más, y decidimos modificar el guión para poder terminar la película a la mañana siguiente. Pusimos el despertador bien temprano y, cual buenos trabajadores (ad-honorem), finalizamos la grabación, aunque con caras de sueño.

Al mediodía partí para los pagos de mis abuelos, para continuar mis vacaciones... ¿y quién sabe cómo terminaron los días en Pilar para el resto del elenco?

That remains to be seen...

No Response to "Crónicas de un viaje - Parte II"

Publicar un comentario

Leé el posteo.
Comentá.
Se feliz! :D

domingo, julio 18, 2010

Crónicas de un viaje - Parte II

La noche en la que llegamos no dejamos volar demasiado nuestra imaginación probablemente debido al cansancio, así que luego de cenar nos encerramos en la cocina - bueno, no literalmente - a terminar de consumir las horas que quedaban del día viendo videos en YouTube. Charlieissocoollike en su mayoría.
La mañana siguiente transcurrió sin pena ni gloria. Recorrimos el lugar y llegamos a la conclusión de que parecía un pueblo fantasma por la ausencia de gente en las calles; sólo había dos rosarinas que caminaban con una perrita blanca en brazos, criticando y debatiendo sobre los estilos de cada casa que cruzaban.
Almorzamos unos sandwiches y luego se sumaron los varones (el hermano de Sofi, y su amigo), que hasta ese entonces dormían. La conversación fue desde las materias de la secundaria hasta las cargadas a lustrapisos - aparentemente el apodo de la perrita, que al ser tan minúscula parecía un trapo de pisos (Pepita no sabe nada de esto; si llegaba a escuchar el apodo por alguna casualidad, debíamos argumentar que se debía al pelo largo de la mascota, que no hacía más que barrer el piso, aunque obviamente esa no era la verdadera razón del sobrenombre). Pero pronto atardecía, y lustrapisos ya había pasado por todas las circunstancias posibles (arriba, abajo de la mesa, en brazos, en el aire, cerca del techo) que a esta altura le habían quitado su gracia original. Sin embargo, nos encontrábamos en una cocina al estilo americana, totalmente blanca, con ventanas y ventanales por doquier, y con una nueva iluminación que acarreaba el anochecer... De pronto, supimos que estábamos en una casa que era I-DE-AL para servir como set de filmación de una película de terror. Teníamos una cámara, toda la casa para nosotros solos, y sólo faltaba un guión. No tardó en esbozarse un borrador de lo que luego sería la trama del film, y que más tarde iría mutando durante la grabación. Luego de un par de tomas fallidas, de bloopers y de inconvenientes en el set, comenzó la filmación propiamente dicha, que - con algo de suerte - podrán luego deleitar sus ojos (?) cuando sea subida a YouTube. Pero ya era tarde, de madrugada, había que hacer una escena fuera de la casa, sin hacer el más mínimo ruido al salir, y encima helaba. Así que decidimos que era mejor seguir la noche siguiente, y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente volvimos a pasear por el barrio con Sofi, ahora con cámara y lustrapisos en mano, y al volver nos encontramos con la grata sorpresa de que el living estaba totalmente dado vuelta. Los almohadones en el piso, a modo de torre, y el hermanito más pequeño de mi amiga encima, cual rey del castillo. Debajo de la torre, los otros dos varones. Como Pepito y Pepita aún no llegarían, no ordenaríamos de inmediato. En vez de eso, se organizó una especie de salto sobre los almohadones que yo misma documenté con la cámara. Luego, sí, no tuvimos otra opción más que ordenar y dejar todo como si ni el más mínimo viento hubiese visitado el lugar. Todos fueron a dormirse - o mejor dicho, se quedaron dormidos sobre los sillones después de semejante tarea -, pero el hermanito de Sofi seguía tan despierto como siempre y subió a jugar a la Wii. Jugamos al Mario Cart (soy un desastre; choqué contra todos los obstáculos habidos y por haber), y cuando íbamos a colocar el CD de fútbol, nos quedamos sin pilas. Así que, ¿qué mejor idea que reemplazar el plan por un partidito de fútbol en la vida real? No estuvo mal, pero teniendo en cuenta que hace aproximadamente dos años que no piso un gimnasio o un estudio de danza Jazz, la
derrota de 3-0 podría haber sido peor. Digo, al menos no me golearon tanto como en Argentina-Alemania, ¿no?
El resto se despertó como por arte de magia a la hora de la merienda (el reloj biológico anunciaba ¡Hora de comer! tras haber salteado el almuerzo), lustrapisos volvió a ser el punto de burla (terminó por morderme la pierna al enloquecerse con los ladridos de Sofi) y pasamos el resto de la tarde en la plaza del lugar. Había mosquitos y estaba haciendo muchísimo frío así que volvimos a la casa a prepararnos para ir a cenar.
Mientras esperábamos la hora de salir, Sofi se cantó un amplio repertorio y la cocina se transformó en el escenario de una comedia musical (como verán, la cocina es multifacética). Finalmente fuimos a un colegio bastante atractivo, que tranquilamente podría haber servido de set para nuestra película, a ver un partido de fútbol, pero a las mujeres - es decir, a Pepita, a Sofi y a mí - nos ganó el hambre, y cenamos unas buenas hamburguesas cerca del Shopping del Solar.Volvimos a la casa con la panza llena y con mucho sueño pero había que terminar la película, definitivamente. No excuses. Pero a pesar de filmar en el primer piso un par de escenas, no pudimos evitar hacer ruido, tumbar adornos y demás, y Pepito finalmente salió de su habitación para llamarnos la atención.
Pero no había excusas, queridos míos. Faltaban sólo algunas escenas, y no podíamos darnos el lujo de dormirnos en los laureles que aún no habíamos conseguido. Así que surgió un PLAN B: Nos encerraríamos en una de las habitaciones hasta que pasara un buen período de tiempo y hasta que el niño de la casa lograra dormirse, y recién entonces saldríamos. No fue fácil hacer tiempo y silencio. Tomamos un par de libros para concentrarnos en otra cosa, pero la escena era muy cómica y la carcajada, muy fácil: Cuatro adolescentes leyendo a Goethe y a Joyce a las cuatro de la mañana, esperando que el hada de los sueños hiciera su trabajo sobre el infante de cinco años.
Pero créanlo o no, todo salió de maravillas. Sólo quedaba que Sofi y el amigo de su hermano salieran de la casa para filmarlos desde adentro. Lustrapisos no tuvo mejor idea que hacer un escándalo contra la puerta al escucharlos pasar, pero aún así, nadie se despertó. Grabamos dos o tres escenas más, y decidimos modificar el guión para poder terminar la película a la mañana siguiente. Pusimos el despertador bien temprano y, cual buenos trabajadores (ad-honorem), finalizamos la grabación, aunque con caras de sueño.

Al mediodía partí para los pagos de mis abuelos, para continuar mis vacaciones... ¿y quién sabe cómo terminaron los días en Pilar para el resto del elenco?

That remains to be seen...

0 opinaron, ¿y vos?:

Publicar un comentario

Leé el posteo.
Comentá.
Se feliz! :D

 

Copyright © 2009 Popcorn Not Included All rights reserved.
Converted To Blogger Template by Anshul Theme By- WooThemes