Semana agitadita...

Bonjour!


No ha comenzado el año lectivo (¿se sigue diciendo así en la facultad?) y los días ya comienzan a llenarse de horarios y cosas por hacer. Odio marzo. Siempre lo odié. Cuando estás en la primaria, el primero de marzo te recuerda que en poco más de una semana se te acaba el tiempo libre y el dormir hasta tarde. Pero ahora, marzo me recuerda que se vienen los exámenes nivelatorios y eliminatorios de traductorado y el comienzo de clases de la otra facultad.
Respecto a los exámenes, tengo que admitir que aún no estudié nada y la fecha se aproxima amenazantemente. En menos de dos semanas tendremos que rendir. Ahora me doy cuenta que en lo que respecta al examen de español, estoy al horno con papas; lo último que di de análisis sintáctico fue en la primaria, y no era algo que me gustara con locura. Eso es lo único que me preocupa realmente, porque de última el escrito de inglés no debe ser muy difícil, y en el oral uno bate un poco fruta y listo el pollo, pero... no sé... No me queda otra que sentarme y estudiar, supongo...
Hace pocos días me arruinaron la ilusión de las vacaciones más extensas de mi vida cuando me enteré que las clases de Administración empezaban el 16... De todos modos, quiero ir y ver qué onda: la gente, los profesores, las materias... En traductorado conozco a un par de ex-compañeras de curso, pero en Administración estoy total y absolutamente on my own :D Y eso era exactamente lo que quería: terminar la escuela para entrar a otro lugar donde nadie me conociera y comenzar desde cero. Probablemente les cuente qué tal me fue más adelante :)
Y a esto se le suma tener que ir a mi escuela a buscar el analítico, lo que supone tener una charla forzada con la secretaria, simulando simpatía y buena onda, para que reduzca sus quejas a la mínima expresión y te entregue el dichoso papel cuanto antes. Hablar con la secretaria nunca fue algo que nos colmara de emoción, porque bien es sabido que nunca está de buen humor y siempre hace lo que tiene que hacer con mala cara, y refunfuñando por lo bajo. Si encuentra algún error en lo que hacés, no va a dudar en hacértelo notar, y te ligás un buen y prolongado reto frente a todos los peatones que merodean por el pasillo. Buenísimo. Como la vez que fui corriendo a la casa de repostería porque se me había quemado/coagulado/pasado a mejor vida, el baño de chocolate y la mujer que atendía me retó - sí, me retó como si fuera mi abuela - y prácticamente me dio a entender que no poseía ninguna habilidad culinaria ¬¬ (y lo peor es que capáz tenía razón... hoy intenté cocinar unas milanesas y terminé quemándome la mano...)
Los tengo al tanto!
Au revoir!

Anah