Au revoir!

Gracias a todos los que leyeron, comentaron, siguieron :)

(Evitando un posteo por demás cursi)
Se despide, no sin antes aclarar que continuará visitando sus blogs,

Anah.-

Novedades

Sigo viva, eh.
Sólo que hay mucho estudio, muchos parciales que se avecinan, y poco tiempo para disfrutar al aire libre.

1) El viernes próximo voy a ver el unipesonal de Mike Amigorena, en El Círculo, y tengo muchas expectativas al respecto; escuché muy buenas críticas de esta obra. Se llama "La noche antes de los bosques". Después - si no me cuelgo con el blog, claro - les cuento.

2) Al final no me fue mal en el parcial que mencioné en el posteo de "Delirio pre-parcial". Para nada. Una grata sorpresa ver el 10 en la lista publicada en el pizarrón de la Facultad. Y una sorpresa más grata aún que otras estudiantes de la carrera dejaran mensajitos buena onda y de felicitaciones en la hoja publicada, cual Muro de Facebook.


Saludos!

¿Quiénes son?

Hoy, un posteo bastante frívolo
(respuestas al final de todo)


















En orden de aparición: Brad Pitt, Axl Rose, John Travolta, Marilyn Manson, Ashton Kutcher, el cantante de Green Day, David Bisbal, Ricky Martin, Leonardo Di Caprio, Julia Roberts, Eminem, Cristina Aguilera, Angelina Jolie, Tom Cruise, Amy Winehouse, Justin Timberlake, Jude Law, Natalia Oreiro.

¿A cuántos le pifiaron?

Crónicas de un viaje - Parte II

La noche en la que llegamos no dejamos volar demasiado nuestra imaginación probablemente debido al cansancio, así que luego de cenar nos encerramos en la cocina - bueno, no literalmente - a terminar de consumir las horas que quedaban del día viendo videos en YouTube. Charlieissocoollike en su mayoría.
La mañana siguiente transcurrió sin pena ni gloria. Recorrimos el lugar y llegamos a la conclusión de que parecía un pueblo fantasma por la ausencia de gente en las calles; sólo había dos rosarinas que caminaban con una perrita blanca en brazos, criticando y debatiendo sobre los estilos de cada casa que cruzaban.
Almorzamos unos sandwiches y luego se sumaron los varones (el hermano de Sofi, y su amigo), que hasta ese entonces dormían. La conversación fue desde las materias de la secundaria hasta las cargadas a lustrapisos - aparentemente el apodo de la perrita, que al ser tan minúscula parecía un trapo de pisos (Pepita no sabe nada de esto; si llegaba a escuchar el apodo por alguna casualidad, debíamos argumentar que se debía al pelo largo de la mascota, que no hacía más que barrer el piso, aunque obviamente esa no era la verdadera razón del sobrenombre). Pero pronto atardecía, y lustrapisos ya había pasado por todas las circunstancias posibles (arriba, abajo de la mesa, en brazos, en el aire, cerca del techo) que a esta altura le habían quitado su gracia original. Sin embargo, nos encontrábamos en una cocina al estilo americana, totalmente blanca, con ventanas y ventanales por doquier, y con una nueva iluminación que acarreaba el anochecer... De pronto, supimos que estábamos en una casa que era I-DE-AL para servir como set de filmación de una película de terror. Teníamos una cámara, toda la casa para nosotros solos, y sólo faltaba un guión. No tardó en esbozarse un borrador de lo que luego sería la trama del film, y que más tarde iría mutando durante la grabación. Luego de un par de tomas fallidas, de bloopers y de inconvenientes en el set, comenzó la filmación propiamente dicha, que - con algo de suerte - podrán luego deleitar sus ojos (?) cuando sea subida a YouTube. Pero ya era tarde, de madrugada, había que hacer una escena fuera de la casa, sin hacer el más mínimo ruido al salir, y encima helaba. Así que decidimos que era mejor seguir la noche siguiente, y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente volvimos a pasear por el barrio con Sofi, ahora con cámara y lustrapisos en mano, y al volver nos encontramos con la grata sorpresa de que el living estaba totalmente dado vuelta. Los almohadones en el piso, a modo de torre, y el hermanito más pequeño de mi amiga encima, cual rey del castillo. Debajo de la torre, los otros dos varones. Como Pepito y Pepita aún no llegarían, no ordenaríamos de inmediato. En vez de eso, se organizó una especie de salto sobre los almohadones que yo misma documenté con la cámara. Luego, sí, no tuvimos otra opción más que ordenar y dejar todo como si ni el más mínimo viento hubiese visitado el lugar. Todos fueron a dormirse - o mejor dicho, se quedaron dormidos sobre los sillones después de semejante tarea -, pero el hermanito de Sofi seguía tan despierto como siempre y subió a jugar a la Wii. Jugamos al Mario Cart (soy un desastre; choqué contra todos los obstáculos habidos y por haber), y cuando íbamos a colocar el CD de fútbol, nos quedamos sin pilas. Así que, ¿qué mejor idea que reemplazar el plan por un partidito de fútbol en la vida real? No estuvo mal, pero teniendo en cuenta que hace aproximadamente dos años que no piso un gimnasio o un estudio de danza Jazz, la
derrota de 3-0 podría haber sido peor. Digo, al menos no me golearon tanto como en Argentina-Alemania, ¿no?
El resto se despertó como por arte de magia a la hora de la merienda (el reloj biológico anunciaba ¡Hora de comer! tras haber salteado el almuerzo), lustrapisos volvió a ser el punto de burla (terminó por morderme la pierna al enloquecerse con los ladridos de Sofi) y pasamos el resto de la tarde en la plaza del lugar. Había mosquitos y estaba haciendo muchísimo frío así que volvimos a la casa a prepararnos para ir a cenar.
Mientras esperábamos la hora de salir, Sofi se cantó un amplio repertorio y la cocina se transformó en el escenario de una comedia musical (como verán, la cocina es multifacética). Finalmente fuimos a un colegio bastante atractivo, que tranquilamente podría haber servido de set para nuestra película, a ver un partido de fútbol, pero a las mujeres - es decir, a Pepita, a Sofi y a mí - nos ganó el hambre, y cenamos unas buenas hamburguesas cerca del Shopping del Solar.Volvimos a la casa con la panza llena y con mucho sueño pero había que terminar la película, definitivamente. No excuses. Pero a pesar de filmar en el primer piso un par de escenas, no pudimos evitar hacer ruido, tumbar adornos y demás, y Pepito finalmente salió de su habitación para llamarnos la atención.
Pero no había excusas, queridos míos. Faltaban sólo algunas escenas, y no podíamos darnos el lujo de dormirnos en los laureles que aún no habíamos conseguido. Así que surgió un PLAN B: Nos encerraríamos en una de las habitaciones hasta que pasara un buen período de tiempo y hasta que el niño de la casa lograra dormirse, y recién entonces saldríamos. No fue fácil hacer tiempo y silencio. Tomamos un par de libros para concentrarnos en otra cosa, pero la escena era muy cómica y la carcajada, muy fácil: Cuatro adolescentes leyendo a Goethe y a Joyce a las cuatro de la mañana, esperando que el hada de los sueños hiciera su trabajo sobre el infante de cinco años.
Pero créanlo o no, todo salió de maravillas. Sólo quedaba que Sofi y el amigo de su hermano salieran de la casa para filmarlos desde adentro. Lustrapisos no tuvo mejor idea que hacer un escándalo contra la puerta al escucharlos pasar, pero aún así, nadie se despertó. Grabamos dos o tres escenas más, y decidimos modificar el guión para poder terminar la película a la mañana siguiente. Pusimos el despertador bien temprano y, cual buenos trabajadores (ad-honorem), finalizamos la grabación, aunque con caras de sueño.

Al mediodía partí para los pagos de mis abuelos, para continuar mis vacaciones... ¿y quién sabe cómo terminaron los días en Pilar para el resto del elenco?

That remains to be seen...

Crónicas de un viaje - Parte I

Los rosarinos - porque somos tan buena onda - comenzamos las vacaciones el 5 de julio para "prevenir" cualquier amenaza de la tan temida Gripe A que, por ahora, no ha asomado sus narices de donde sea que se esté escondiendo.
Pocos días antes, Sofi me había enviado un mensaje de texto invitándome a pasar unos días en su casa de Pilar, y no dudé demasiado al responderle que sí. El Domingo compramos los pasajes, y dos días más tarde estábamos saliendo de la Terminal Mariano Moreno rumbo a Retiro. El viaje, muy ameno. Hablamos de la facultad, de cómo se hace casi imposible terminar una carrera universitaria a tiempo, de cómo hay gente que a nuestra edad ya arrasó con todo libro existente sobre la faz de la tierra, de quién sería el chico haitiano que nos saludó a bordo (yo calculo que era un compañero de la facu, pero no estoy muy segura), de que estaría es-pec-ta-cu-lar estudiar alemán el año próximo en la UNR, etc. etc. etc.
Entre paréntesis, ¿¿por qué la gente va tan seguido al baño del colectivo en un viaje que no dura más de cuatro horas?? - Estar en un asiento frente al baño te hace reflexionar sobre estas cosas (?)
Finalmente, llegamos a Retiro, pero como el padre de mi amiga demoraría un rato en ir a buscarnos, decidimos ir a merendar. Quise pedir una Lágrima, pero no aparecía en la carta, así que supuse que en Buenos Aires no llamaban así al café que tiene más leche que café (así como para ustedes un Carlitos* es lo mismo que un Tostado). Un café con leche, entonces, y todo el segundo tiempo del partido entre Holanda y Uruguay. Hinchamos por Holanda, pero al final, Sofi sintió algo de lástima por nuestros hermanos sudamericanos y... no, bueno, de todos modos hinchó por Holanda.
Entre paréntesis, mucha gente sospechosa en Retiro, eh. Sospechosa de qué, no se. (Un par de días después, atraparon a un terrorista en ese mismo lugar :/)
El padre de Sofia, a quien llamaremos Pepito, para no revelar su verdadera identidad (?) mandó un mensaje diciendo que nos esperaba en el puente por donde paran los taxis. Llegamos corriendo al lugar con nuestros bolsos en mano. Bolsos bastaaante pesaditos, por cierto. Uno siempre lleva más de lo que luego en verdad usa, pero bueno... Lo lleva al fin. El tema era, ¿cuál de todos los puentes? Así que empezamos a caminar y caminar hasta dar con el auto (un par de puentes más adelante), y nuestro suplicio con el equipaje al fin terminó.
Antes de llegar a Pilar, hicimos una parada en el Jumbo del Unicenter. Nosotras, bastante dormidas y con las mochilas encima, en vez de colaborar en la compra de víveres, nos limitamos a deambular cual zombies y a filosofar acerca de qué haríamos en caso de incendio. Entiéndase como: ¿con qué góndola arrasaríamos primero aprovechando el caos de la situación? Coincidimos en que sería el de los juguetes, más precisamente la sección de las Barbies, porque era una deuda pendiente que nos había quedado de chicas. No se si recuerdan, pero en los '90 había concursos en los que - si ganabas, obvio - tenías 5 minutos para meter en el changuito todo lo que quisieras. La técnica, en caso de incendio, era barrer las estanterías sin demasiada meditación ni selección de productos. Lo que venga. Y en lo posible, agarrar los juguetes más caros. Llegamos a las cajas recordando y enumerando las Barbies que habíamos tenido y las que no. Sean considerados: no estábamos en condiciones óptimas como para discutir temas más relevantes.
Como la merienda de Retiro no había sido lo suficiente satisfactoria, supongo, Sofi vió la M de Mc.Donald's y se le antojó una hamburguesa. Pero la más simple, eh. JUSTO la que tardaba más en estar lista. Todos los pedidos salían de inmediato, pero la más común de todas, no. Y los empleados no colaboraban demasiado en satisfacer el hambre de la siete de la tarde, porque no tenían mejor idea que reírse muy boludamente de lo que los juguetes de Shrek de la cajita feliz hacían. Bastante lamentable la escena, pero como hacía un rato habíamos tratado el tema Barbie con bastante seriedad, ¿con qué derecho podíamos cortarle la diversión a estos empleados adolescentes?
Pasamos a buscar a Pepita, la pareja de Pepito, y finalmente nos encaminamos hacia Pilar.
Entre paréntesis, creo que nunca va a dejar de sorprenderme lo grandes que son las distancias en GBA. Manejarse solo por allí, a menos que uno esté acostumbrado, es todo un tema.
Llegamos a la casa, y Sofi corrió al primer piso a mostrarme la habitación.
Y dijo algo así como: "A partir de ahora es donde comienza la diversión... o el aburrimiento."

Este final, a lo Elige tu propia Aventura,
continuará...



* El Carlitos rosarino (no la persona; la comida), a diferencia del tostado, tiene ketchup en vez de mayonesa o manteca.

sábado, agosto 21, 2010

Au revoir!

Gracias a todos los que leyeron, comentaron, siguieron :)

(Evitando un posteo por demás cursi)
Se despide, no sin antes aclarar que continuará visitando sus blogs,

Anah.-

domingo, agosto 15, 2010

Novedades

Sigo viva, eh.
Sólo que hay mucho estudio, muchos parciales que se avecinan, y poco tiempo para disfrutar al aire libre.

1) El viernes próximo voy a ver el unipesonal de Mike Amigorena, en El Círculo, y tengo muchas expectativas al respecto; escuché muy buenas críticas de esta obra. Se llama "La noche antes de los bosques". Después - si no me cuelgo con el blog, claro - les cuento.

2) Al final no me fue mal en el parcial que mencioné en el posteo de "Delirio pre-parcial". Para nada. Una grata sorpresa ver el 10 en la lista publicada en el pizarrón de la Facultad. Y una sorpresa más grata aún que otras estudiantes de la carrera dejaran mensajitos buena onda y de felicitaciones en la hoja publicada, cual Muro de Facebook.


Saludos!

viernes, julio 23, 2010

¿Quiénes son?

Hoy, un posteo bastante frívolo
(respuestas al final de todo)


















En orden de aparición: Brad Pitt, Axl Rose, John Travolta, Marilyn Manson, Ashton Kutcher, el cantante de Green Day, David Bisbal, Ricky Martin, Leonardo Di Caprio, Julia Roberts, Eminem, Cristina Aguilera, Angelina Jolie, Tom Cruise, Amy Winehouse, Justin Timberlake, Jude Law, Natalia Oreiro.

¿A cuántos le pifiaron?

domingo, julio 18, 2010

Crónicas de un viaje - Parte II

La noche en la que llegamos no dejamos volar demasiado nuestra imaginación probablemente debido al cansancio, así que luego de cenar nos encerramos en la cocina - bueno, no literalmente - a terminar de consumir las horas que quedaban del día viendo videos en YouTube. Charlieissocoollike en su mayoría.
La mañana siguiente transcurrió sin pena ni gloria. Recorrimos el lugar y llegamos a la conclusión de que parecía un pueblo fantasma por la ausencia de gente en las calles; sólo había dos rosarinas que caminaban con una perrita blanca en brazos, criticando y debatiendo sobre los estilos de cada casa que cruzaban.
Almorzamos unos sandwiches y luego se sumaron los varones (el hermano de Sofi, y su amigo), que hasta ese entonces dormían. La conversación fue desde las materias de la secundaria hasta las cargadas a lustrapisos - aparentemente el apodo de la perrita, que al ser tan minúscula parecía un trapo de pisos (Pepita no sabe nada de esto; si llegaba a escuchar el apodo por alguna casualidad, debíamos argumentar que se debía al pelo largo de la mascota, que no hacía más que barrer el piso, aunque obviamente esa no era la verdadera razón del sobrenombre). Pero pronto atardecía, y lustrapisos ya había pasado por todas las circunstancias posibles (arriba, abajo de la mesa, en brazos, en el aire, cerca del techo) que a esta altura le habían quitado su gracia original. Sin embargo, nos encontrábamos en una cocina al estilo americana, totalmente blanca, con ventanas y ventanales por doquier, y con una nueva iluminación que acarreaba el anochecer... De pronto, supimos que estábamos en una casa que era I-DE-AL para servir como set de filmación de una película de terror. Teníamos una cámara, toda la casa para nosotros solos, y sólo faltaba un guión. No tardó en esbozarse un borrador de lo que luego sería la trama del film, y que más tarde iría mutando durante la grabación. Luego de un par de tomas fallidas, de bloopers y de inconvenientes en el set, comenzó la filmación propiamente dicha, que - con algo de suerte - podrán luego deleitar sus ojos (?) cuando sea subida a YouTube. Pero ya era tarde, de madrugada, había que hacer una escena fuera de la casa, sin hacer el más mínimo ruido al salir, y encima helaba. Así que decidimos que era mejor seguir la noche siguiente, y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente volvimos a pasear por el barrio con Sofi, ahora con cámara y lustrapisos en mano, y al volver nos encontramos con la grata sorpresa de que el living estaba totalmente dado vuelta. Los almohadones en el piso, a modo de torre, y el hermanito más pequeño de mi amiga encima, cual rey del castillo. Debajo de la torre, los otros dos varones. Como Pepito y Pepita aún no llegarían, no ordenaríamos de inmediato. En vez de eso, se organizó una especie de salto sobre los almohadones que yo misma documenté con la cámara. Luego, sí, no tuvimos otra opción más que ordenar y dejar todo como si ni el más mínimo viento hubiese visitado el lugar. Todos fueron a dormirse - o mejor dicho, se quedaron dormidos sobre los sillones después de semejante tarea -, pero el hermanito de Sofi seguía tan despierto como siempre y subió a jugar a la Wii. Jugamos al Mario Cart (soy un desastre; choqué contra todos los obstáculos habidos y por haber), y cuando íbamos a colocar el CD de fútbol, nos quedamos sin pilas. Así que, ¿qué mejor idea que reemplazar el plan por un partidito de fútbol en la vida real? No estuvo mal, pero teniendo en cuenta que hace aproximadamente dos años que no piso un gimnasio o un estudio de danza Jazz, la
derrota de 3-0 podría haber sido peor. Digo, al menos no me golearon tanto como en Argentina-Alemania, ¿no?
El resto se despertó como por arte de magia a la hora de la merienda (el reloj biológico anunciaba ¡Hora de comer! tras haber salteado el almuerzo), lustrapisos volvió a ser el punto de burla (terminó por morderme la pierna al enloquecerse con los ladridos de Sofi) y pasamos el resto de la tarde en la plaza del lugar. Había mosquitos y estaba haciendo muchísimo frío así que volvimos a la casa a prepararnos para ir a cenar.
Mientras esperábamos la hora de salir, Sofi se cantó un amplio repertorio y la cocina se transformó en el escenario de una comedia musical (como verán, la cocina es multifacética). Finalmente fuimos a un colegio bastante atractivo, que tranquilamente podría haber servido de set para nuestra película, a ver un partido de fútbol, pero a las mujeres - es decir, a Pepita, a Sofi y a mí - nos ganó el hambre, y cenamos unas buenas hamburguesas cerca del Shopping del Solar.Volvimos a la casa con la panza llena y con mucho sueño pero había que terminar la película, definitivamente. No excuses. Pero a pesar de filmar en el primer piso un par de escenas, no pudimos evitar hacer ruido, tumbar adornos y demás, y Pepito finalmente salió de su habitación para llamarnos la atención.
Pero no había excusas, queridos míos. Faltaban sólo algunas escenas, y no podíamos darnos el lujo de dormirnos en los laureles que aún no habíamos conseguido. Así que surgió un PLAN B: Nos encerraríamos en una de las habitaciones hasta que pasara un buen período de tiempo y hasta que el niño de la casa lograra dormirse, y recién entonces saldríamos. No fue fácil hacer tiempo y silencio. Tomamos un par de libros para concentrarnos en otra cosa, pero la escena era muy cómica y la carcajada, muy fácil: Cuatro adolescentes leyendo a Goethe y a Joyce a las cuatro de la mañana, esperando que el hada de los sueños hiciera su trabajo sobre el infante de cinco años.
Pero créanlo o no, todo salió de maravillas. Sólo quedaba que Sofi y el amigo de su hermano salieran de la casa para filmarlos desde adentro. Lustrapisos no tuvo mejor idea que hacer un escándalo contra la puerta al escucharlos pasar, pero aún así, nadie se despertó. Grabamos dos o tres escenas más, y decidimos modificar el guión para poder terminar la película a la mañana siguiente. Pusimos el despertador bien temprano y, cual buenos trabajadores (ad-honorem), finalizamos la grabación, aunque con caras de sueño.

Al mediodía partí para los pagos de mis abuelos, para continuar mis vacaciones... ¿y quién sabe cómo terminaron los días en Pilar para el resto del elenco?

That remains to be seen...

domingo, julio 11, 2010

Crónicas de un viaje - Parte I

Los rosarinos - porque somos tan buena onda - comenzamos las vacaciones el 5 de julio para "prevenir" cualquier amenaza de la tan temida Gripe A que, por ahora, no ha asomado sus narices de donde sea que se esté escondiendo.
Pocos días antes, Sofi me había enviado un mensaje de texto invitándome a pasar unos días en su casa de Pilar, y no dudé demasiado al responderle que sí. El Domingo compramos los pasajes, y dos días más tarde estábamos saliendo de la Terminal Mariano Moreno rumbo a Retiro. El viaje, muy ameno. Hablamos de la facultad, de cómo se hace casi imposible terminar una carrera universitaria a tiempo, de cómo hay gente que a nuestra edad ya arrasó con todo libro existente sobre la faz de la tierra, de quién sería el chico haitiano que nos saludó a bordo (yo calculo que era un compañero de la facu, pero no estoy muy segura), de que estaría es-pec-ta-cu-lar estudiar alemán el año próximo en la UNR, etc. etc. etc.
Entre paréntesis, ¿¿por qué la gente va tan seguido al baño del colectivo en un viaje que no dura más de cuatro horas?? - Estar en un asiento frente al baño te hace reflexionar sobre estas cosas (?)
Finalmente, llegamos a Retiro, pero como el padre de mi amiga demoraría un rato en ir a buscarnos, decidimos ir a merendar. Quise pedir una Lágrima, pero no aparecía en la carta, así que supuse que en Buenos Aires no llamaban así al café que tiene más leche que café (así como para ustedes un Carlitos* es lo mismo que un Tostado). Un café con leche, entonces, y todo el segundo tiempo del partido entre Holanda y Uruguay. Hinchamos por Holanda, pero al final, Sofi sintió algo de lástima por nuestros hermanos sudamericanos y... no, bueno, de todos modos hinchó por Holanda.
Entre paréntesis, mucha gente sospechosa en Retiro, eh. Sospechosa de qué, no se. (Un par de días después, atraparon a un terrorista en ese mismo lugar :/)
El padre de Sofia, a quien llamaremos Pepito, para no revelar su verdadera identidad (?) mandó un mensaje diciendo que nos esperaba en el puente por donde paran los taxis. Llegamos corriendo al lugar con nuestros bolsos en mano. Bolsos bastaaante pesaditos, por cierto. Uno siempre lleva más de lo que luego en verdad usa, pero bueno... Lo lleva al fin. El tema era, ¿cuál de todos los puentes? Así que empezamos a caminar y caminar hasta dar con el auto (un par de puentes más adelante), y nuestro suplicio con el equipaje al fin terminó.
Antes de llegar a Pilar, hicimos una parada en el Jumbo del Unicenter. Nosotras, bastante dormidas y con las mochilas encima, en vez de colaborar en la compra de víveres, nos limitamos a deambular cual zombies y a filosofar acerca de qué haríamos en caso de incendio. Entiéndase como: ¿con qué góndola arrasaríamos primero aprovechando el caos de la situación? Coincidimos en que sería el de los juguetes, más precisamente la sección de las Barbies, porque era una deuda pendiente que nos había quedado de chicas. No se si recuerdan, pero en los '90 había concursos en los que - si ganabas, obvio - tenías 5 minutos para meter en el changuito todo lo que quisieras. La técnica, en caso de incendio, era barrer las estanterías sin demasiada meditación ni selección de productos. Lo que venga. Y en lo posible, agarrar los juguetes más caros. Llegamos a las cajas recordando y enumerando las Barbies que habíamos tenido y las que no. Sean considerados: no estábamos en condiciones óptimas como para discutir temas más relevantes.
Como la merienda de Retiro no había sido lo suficiente satisfactoria, supongo, Sofi vió la M de Mc.Donald's y se le antojó una hamburguesa. Pero la más simple, eh. JUSTO la que tardaba más en estar lista. Todos los pedidos salían de inmediato, pero la más común de todas, no. Y los empleados no colaboraban demasiado en satisfacer el hambre de la siete de la tarde, porque no tenían mejor idea que reírse muy boludamente de lo que los juguetes de Shrek de la cajita feliz hacían. Bastante lamentable la escena, pero como hacía un rato habíamos tratado el tema Barbie con bastante seriedad, ¿con qué derecho podíamos cortarle la diversión a estos empleados adolescentes?
Pasamos a buscar a Pepita, la pareja de Pepito, y finalmente nos encaminamos hacia Pilar.
Entre paréntesis, creo que nunca va a dejar de sorprenderme lo grandes que son las distancias en GBA. Manejarse solo por allí, a menos que uno esté acostumbrado, es todo un tema.
Llegamos a la casa, y Sofi corrió al primer piso a mostrarme la habitación.
Y dijo algo así como: "A partir de ahora es donde comienza la diversión... o el aburrimiento."

Este final, a lo Elige tu propia Aventura,
continuará...



* El Carlitos rosarino (no la persona; la comida), a diferencia del tostado, tiene ketchup en vez de mayonesa o manteca.
 

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